Las responsabilidades del CIO han crecido de manera paralela a su relevancia dentro de las empresas. En su mano se encuentra ahora la labor de transmitir a los distintos individuos de la compañía aquellos puntos más relevantes que tengan peso en la elaboración de un plan de negocio y una estrategia. Para lograrlo, tendrá que conseguir dos cosas:reconocer cada una de las tecnologías que mandan ahora en las empresas (cloud, mobile, big data, etc.) y saber aplicar estos avances tanto en el negocio como la infraestructura del mismo.
El CIO en la era de la transformación digital
Los tiempos han cambiado y el papel del CIO ha evolucionado para llegar a tener una relevancia global en la empresa. Pero no siempre fue así. En el pasado el CIO tradicional se ocupaba de la tecnología, de garantizar que todos los recursos tecnológicos que necesitasen los profesionales de las empresas estuvieran cubiertos. Era un maestro de operaciones, un experto para la gestión de la conexión a la red, la instalación de nuevos equipos, nuevos servidores y otros temas relacionados.
Ahora, los CIOs están al frente de las iniciativas de transformación digital y se enfrentan a una incontable cantidad de desafíos. Entre ellos, se incluye la reinvención de los departamentos TI con nuevos modelos operacionales y una estructura que dé la oportunidad de resultar más innovadora y ágil.
Esto necesariamente implica que deban adoptar un papel de liderazgo, contando con un rol principal en esta tendencia de cambio. Debido a ello, los profesionales que no estén listos para transformarse al tiempo que lo hace su negocio, se arriesgarán a que su presencia sea prescindible en un entorno dinámico que requerirá otros rasgos de sus representantes.
Habilidades necesarias para el nuevo rol
Para convertirse en los líderes que necesita una empresa, estos profesionales deben desarrollar un total de seis habilidades que son consideradas como ‘meta-habilidades’, es decir, capacidades individuales que se aplican a circunstancias variadas y que permiten que los líderes alcancen los resultados más adecuados para potenciar el rendimiento de su negocio:
- Gestión de la alineación: Capacidad para poner en común la cultura, el trabajo, la estructura y las políticas internas de manera que no se produzca ningún tipo de división incluso cuando el entorno está cambiando alrededor del líder.
- Interpretación: Es necesario ser capaz de destacar tanto en la escucha como en la conversación de manera que se mantenga alineado el mensaje que se desea transmitir desde la posición de liderazgo.
- Innovación: Ante una situación sin aparente solución el líder tiene que aprender a discernir cuándo es momento de poner en práctica sus habilidades y conocimientos para fomentar una idea innovadora que permita seguir adelante sin tener que cambiar el mensaje de la empresa.
- Anticipación: Como líder siempre hay que estar adelantado a la gestión actual, anticipándose a los desafíos con los que se encuentren las empresas y dando forma a soluciones que permitan que el negocio avance incluso cuando parezca que un obstáculo es demasiado complejo.
- Aprovechar recursos: La habilidad para gestionarlo todo desde una posición superior que proporcione una visión panorámica del negocio, conociendo las bases del mismo, las dimensiones de cada interacción y consiguiendo el apoyo de las personas involucradas en cada operación de cambio.
- Tomar decisiones: Es fundamental que tras analizar el mercado se tomen decisiones que sean correctas y que puedan introducir nuevas medidas de forma inmediata para potenciar los negocios.
Obstáculos y desafíos
Más allá de la buena preparación del CIO, de que éste domine sus competencias y esté al frente de un buen negocio, hay algunos obstáculos, riesgos y desafíos a los que tendrá que plantar cara en su día a día. La mayor parte de estos problemas se encuentran relacionados con que, en realidad, no son procesos que estén realmente dentro de la responsabilidad que aglutina el CIO. Por ejemplo, es frecuente ver cómo grandes CIOs se han encontrado bloqueados debido a que no han tenido a su disposición el talento que necesitan para poder apoyarse en la obtención de sus metas. Y tampoco hay que dejar de lado cómo en ocasiones el problema es que no se han conseguido pronosticar los gastos que requerían procesos fundamentales en las empresas.
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Para conseguir esto, eso sí, los CIOs tienen que estar al tanto de la complejidad del mundo que les rodea y entender que una parte importante de su trabajo consiste en ser conscientes de absolutamente todo. De esta forma podrán crear valor para su empresa exprimiendo las posibilidades de su unidad TI y convertirse en líderes en sus respectivos negocios.
El gran momento del CIO
La gran evolución de este puesto se ha presenciado en paralelo a cómo la informática y la tecnología ha madurado en los últimos 50 años desde el día en el que los ordenadores comenzaron a ser usados en las empresas. La tecnología ha estado presente cada vez en más empresas y en la gran mayoría ha proporcionado resultados positivos.
Tal y como en el pasado la introducción de un ordenador impulsó las opciones de las empresas, ahora lo hacen sistemas tecnológicos más avanzados. Está por ver cuál será el siguiente cambio y proceso evolutivo que trasladará la tecnología a las empresas, pero de lo que no hay duda es de que los CIOs van a seguir ganando importancia y que en el futuro aún serán todavía más importantes para los negocios. Ante este panorama se puede constatar que, sin duda, no hay mejor momento para ser CIO.