El G20 acordó el pasado mes de julio con el consenso de 130 países que el tipo mínimo de sociedades será de al menos del 15% sobre el beneficio de las multinacionales con factura superior a 750 millones, con ello se pretende evitar que las multinacionales evadan impuestos o desvíen sus beneficios a paraísos fiscales. Otra de las medidas supondrá que las grandes compañías tributen donde generen el ingreso y no donde tenga su sede central. Esta medida acabará con la competición a la baja de los países por atraer inversión privada y que mejorará las arcas públicas, tan castigadas últimamente por el COVID. Se prevé que pueda aprobarse en los próximos meses por el G20 y entre en vigor a finales del 2023.
Qué impacto tendrá el nuevo tipo mínimo en nuestro país
España ya ha puesto la primera piedra y en los Presupuestos Generales del Estado del 2022 llevan entre otras medidas la tributación mínima del 15% en el Impuesto sobre Sociedades a las empresas que facturen por encima de 20 millones de euros, esta medida pone a nuestro país a la vanguardia de la fiscalidad internacional, con ello se pretende un aumento de 400 millones en la recaudación, aunque solo afectará al 1% de las empresas, estas representan más del 60% de la recaudación. Pero esta tributación mínima no es suficiente, ya que se aplicará a la base imponible, por lo que solo afectará a una pequeña parte de estas grandes empresas o grupo de empresas. La aplicación del tipo impositivo sobre la base imponible deja a muchas empresas fuera de este margen mínimo ya que el tipo medio por los que tributan es del 21%, si la aplicación se realizase sobre el beneficio entonces serían palabras mayores ya que la media de la presión fiscal de las empresas representa el 8,26%. Según los datos de Hacienda la tributación de las empresas en claramente inferior comparado con el 12,9% que soportan las familias en el IRPF como al 15,2% de media que pagan los consumidores en el IVA.
Los tipos efectivos que pagan las empresas se sitúan entre el 15 y el 25%, mientras que las pertenecientes a grupos no pasa del 9% e incluso llegan a bajar en el bloque de las más grandes.
¿Por qué ocurre esto? La base imponible viene dada por los beneficios de todo el grupo menos los ajustes, las deducciones y bonificaciones, entre las deducciones a los resultados positivos de las grandes empresas destacan la doble imposición por los beneficios de sus filiales, los cuales están exentos de tributación en España, lo que rebaja considerablemente la factura fiscal.
La OCDE recomienda la aplicación del 15% sobre el beneficio contable y no sobre la base imponible que queda, como hemos explicado, después de las deducciones.
Según los expertos estas medidas recaudarán todo lo esperado si llevaran una limitación a los ajustes, a las deducciones y bonificaciones haría elevarse la recaudación.
Pongamos por ejemplo el caso de Alemania que tiene limitada la deducción por doble imposición al 90%, ese pequeño margen del 10% puede representar unos cuantos miles de millones más de recaudación, al igual que la limitación a la compensación de pérdidas entre empresas del grupo.