Contabilidad y finanzas

Fórmulas para empresas sobre financiación a corto y largo plazo

29/03/2021

Es habitual que las empresas se encuentren en la tesitura de encontrar soluciones de financiación, ya sea por oportunidades de crecimiento o escasez de efectivo a corto plazo para poder hacer frente a las deudas.  Es un proceso habitual y, aunque es normal sentirse inseguro ante un proceso de financiación, las soluciones actuales que ofrece el mercado, consiguen una mayor oferta y calidad en las operaciones, reduciendo la incertidumbre en el empresario. En función de las necesidades específicas que tenga la empresa, existen diferentes fórmulas y es importante diferenciar entre la financiación a corto y a largo plazo.

Los beneficios de la financiación a largo y corto plazo pueden determinarse por cómo se ajustan a las diferentes necesidades de cada entidad. Las empresas utilizan financiamiento a corto plazo basado en activos en muchas ocasiones cuando fundan negocios por primera vez, y este tipo de financiamiento se destina a asegurar el flujo monetario en la operativa diaria de la empresa mientras que la financiación a largo plazo tiene un enfoque de crecimiento más estratégico.

Financiación a corto plazo

La financiación a corto plazo se emplea para financiar el activo circulante y el plazo no excede de un año. Se utiliza en las operaciones comerciales diarias de las empresas. Cuando no se cuenta con suficiente efectivo disponible, puede ser de gran ayuda al momento de pagar a los proveedores, aumentar el inventario y pagar las nóminas de los empleados. 

Esta opción permite obtener fondos de manera más sencilla, normalmente asumiendo un tipo de interés más elevado. A cambio, el proceso de aprobación es más corto y empresas como IDF pueden conseguir dicha financiación en pocos días encargándose de todo el proceso desde que el cliente se pone por primera vez en contacto con ella.

Financiación a largo plazo

Un plan de financiación a largo plazo puede ayudar mucho a la hora de aumentar la financiación general para la mejora de la empresa en un periodo de varios años. Las inversiones de capital, la mejora de las instalaciones, la compra de vehículos de transporte adicionales entre otras necesidades, se obtienen mediante financiación a largo plazo. El coste de los fondos recaudados a partir del financiamiento a largo plazo es mayor debido a unos costes de volatilidad más altos. Cuando las empresas comienzan a establecer un historial crediticio impecable, tienen mayores facilidades para conseguir préstamos a largo plazo.

Ejemplos de cada tipo de financiación

  • Financiación a empresas: a corto plazo

Se refiere a préstamos con vencimiento inferior a un año y rara vez se requiere algún tipo de aval para la obtención de dicha financiación. El riesgo es considerado bajo y la deuda no perdura por mucho tiempo. Algunos ejemplos son:

    • Crédito comercial. Se utiliza para pagar a proveedores, inventarios e impuestos diferidos.
    • Crédito bancario. Condiciones flexibles para suplir la escasez de fondos en las actividades operativas.
    • Pagaré. Préstamos facilitados a una empresa por un particular a cambio de la devolución del dinero, sumados al pago de intereses aplicados.
    • Línea de crédito. Se trata de un crédito disponible para las empresas adjudicado por un banco, es posible disponer de él dentro del límite establecido.
    • Papeles comerciales. Pagaré emitido por una empresa a bancos y fondos de pensiones.
    • Financiamiento basado en inventarios. La garantía para esta modalidad de financiamiento consiste en el inventario de la empresa, el cual debe ser entregado a los acreedores si no se realiza el pago.
  • Financiación a empresas: a largo plazo

Cuando el plazo de pago supera los cinco años y suele exigirse garantía, hablamos de financiación a largo plazo. Entre los tipos de financiación a largo plazo, podemos mencionar:

    • Préstamo hipotecario. La garantía de financiación consiste en la propiedad de la empresa, y si no se puede ejercer el pago se debe transferir.
    • Emisión de acciones. Para empresas que necesitan liquidez y se desarrollan en otros mercados, esto es ideal porque brindan a los inversionistas la propiedad parcial de sus activos.
    • Bonos. Es un préstamo que los inversores otorgan a la empresa a cambio de una tasa de interés pactada.
    • Arrendamiento financiero. Es el arrendamiento de equipos o maquinaria utilizados en el proceso productivo de la empresa.
    • Financiamiento colectivo. Se basa en un método de recaudación de capital que suele ser de carácter social. Sin embargo, también puede basarse en sistemas de participaciones o recompensas. El crowdfunding es uno de los principales ejemplos de este tipo de recaudación de fondos.

Conclusión

Es importante que antes de elegir cualquier tipo de financiación, determines los fondos que se necesitan para cubrir y utilizar de manera eficiente la liquidez obtenida. En IDF como expertos  en financiación, te recomendarán siempre qué opción escoger teniendo en cuenta las necesidades de tu empresa y el uso que se le dará al flujo de efectivo disponible gracias a la financiación. Podrás descubrir qué tipo de financiación es más conveniente en tu caso independientemente de su duración.

 


 

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Nuestros expertos

Elisabet Jiménez Llanos

Elisabet es periodista y responsable de contenidos en CE Consulting, donde se encarga, junto a nuestros expertos, de acercar toda la actualidad legal y de gestión a empresas, empresarios y entidades no lucrativas. Apasionada de los viajes, el sol y la playa, le encanta practicar y ver deporte. Cuando no está escribiendo, está leyendo o corriendo 10K o 21K.

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