A medida que la sostenibilidad ha ido tomando fuerza entre el mundo empresarial, el Tercer Sector también ha ido evolucionando y juega ya un “papel crucial” en los planes de sostenibilidad de las empresas. Desde CE Consulting analizamos el informe de ‘Radiografía del Tercer Sector: El papel de las ONG en los planes de sostenibilidad de las empresas’, elaborado por el EAE Business School.
Evolución del Tercer Sector y sostenibilidad
El Tercer Sector se ha ido convirtiendo en un actor relevante en todo lo que tiene que ver con la sostenibilidad de las empresas. Hay multitud de aspectos, como la ayuda humanitaria, la inclusión o cambio climático, por citar solo algunos, que las empresas han ido incorporando en sus programas de RSC y ESG.
Según el informe mencionado, la colaboración de las ONG y las empresas es “la clave de futuro de este sector”. Esto es así por la gran relación y continua interacción que las ONG o fundaciones deben tener con las empresas.
Como sector relevante en la economía, el Tercer Sector debe ir asumiendo las exigencias como cualquier otro actor. Se debe pasar de las “las buenas intenciones” a una profesionalización.
Además, el Tercer Sector debe tener en cuenta que las empresas tienen que demostrar, cada vez más y mejor, su compromiso real con la sociedad y el medio ambiente. Esto es así para mantener una buena relación con los clientes-usuarios o abrir nuevos mercados. Para ellos, es una gran oportunidad.
Por qué mejorará la relación entre Tercer Sector y empresas
La relación entre ambos actores irá mejorando con el tiempo porque a ambas partes les interesa. Por una parte, la empresa se ve obligada a realizar proyectos de ESG. Por el otro, las entidades sin ánimo de lucro pueden acceder a recursos para sus proyectos mediante acuerdos con empresas. Esto les permite incrementar su independencia, al abrir nuevas fuentes de financiación, más allá de las administraciones públicas.
Sin embargo, para ser consideradas como partners idóneos de las empresas, las ONG deberán ir respondiendo, cada vez más, a criterios internacionalmente homologados y aceptados.
El nivel de madurez y profesionalización de las ONG puede medirse en función del grado de colaboración con empresas, obras sociales y fundaciones. Según el informe, en dicha colaboración habría que establecer dos aspectos claves:
- La obtención de financiación por parte de las ONG para llevar a cabo su actividad.
- La participación en estrategias que involucren a ambas partes, deseablemente en proyectos a largo plazo y con equipos conjuntos, tanto a nivel directivo como de voluntariado.
La sostenibilidad en el Tercer Sector: en búsqueda de la eficiencia
Las ONG tienen el reto de afrontar su madurez como un sector con un peso creciente en la economía, asumiendo los mismos niveles de exigencia que cualquier otro. El informe identifica tres fases clave en la evolución del Tercer Sector:
- Se caracteriza por ser considerada una etapa de labor altruista y solidaria. La llevan a cabo voluntarios motivados.
- En esta fase, las ONG se especializan en áreas específicas y establecen colaboraciones estratégicas con empresas y fundaciones.
- En esta etapa se busca la eficiencia y se establecen alianzas multidisciplinares para alcanzar objetivos sostenibles a largo plazo. Esta fase, o tipo de entidades, son a las que se debe tenderse hoy en día. Al igual que las empresas tienden hacia su eficacia, las ONG deben orientarse en esta línea. Deben poner foco en la consecución de objetivos, con el mínimo coste, en el mínimo tiempo y con el máximo de calidad. Por ello, “en este tipo de organizaciones 3.0 ya no solo se cuenta con especialistas de un determinado ámbito. Son más bien auténticos estrategas multidisciplinares, con visión de conjunto. Estos tienen como principal cualidad la capacidad de sumar y gestionar talento y diversidad al servicio de un gran fin común”, detalla el informe. Para el autor del informe, “sólo alcanzando esta tercera etapa podremos hablar de un modelo de ONG realmente sostenible”.
La sostenibilidad como ventaja competitiva
Diferentes entidades apuestan cada vez más por relacionarse con empresas socialmente responsables y que responden a criterios de excelencia en ESG. Esto pone en ventaja a las empresas y fundaciones más comprometidas.
Además, la sostenibilidad se ha convertido en una necesidad a medida que los recursos se ven reducidos y más auditados que nunca, tanto por los responsables políticos como por la opinión pública.
