Un despido improcedente es aquel en el que se declara que la empresa ha incumplido los requisitos legales para despedir a un trabajador. Para reclamar por un despido improcedente, el trabajador dispone de un plazo de 20 días hábiles para impugnar el despido. Este se debe iniciar con una reclamación, solicitando acto de conciliación ante el Servicio de Mediación competente en cada comunidad autónoma. En los casos en los que el despido sea declarado nulo, el trabajador tiene derecho a la readmisión inmediata. También al abono de los salarios dejados de percibir. Desde CE Consulting sabemos que es un tema que interesa mucho a empresas y trabajadores, por eso lo abordamos aquí.
¿Qué es un despido improcedente?
Un despido se considera improcedente cuando la causa alegada por el empleador carece de validez, vigencia, operatividad o eficacia.
Además, un despido puede ser declarado improcedente si no se cumple con los requisitos formales establecidos para su tramitación. Estos pueden ser: la omisión de la fecha de efectos del despido o la falta de acreditación de las causas alegadas en la carta de despido, ya sea disciplinaria o de otra naturaleza.
La falta de cumplimiento de las formalidades previstas en el convenio colectivo para el despido de un representante de los trabajadores también puede dar lugar a la improcedencia del despido. O, incluso, a su nulidad en determinados casos.
¿Cómo debe actuar la empresa ante un despido improcedente?
La empresa debe acatar la sentencia y cumplir con la opción que le otorga la ley en caso de despido improcedente. Esta consiste en la readmisión del trabajador o el pago de una indemnización.
El empresario tiene un plazo de cinco días hábiles para tomar la decisión de pagar la indemnización o proceder a la readmisión del empleado. Si la empresa no puede readmitir al trabajador por razones de imposibilidad material o legal, debe solicitar la extinción de la relación laboral. Además debe abonar la indemnización correspondiente.
En caso de que el empresario opte por la readmisión, el trabajador tiene derecho a los salarios de tramitación. Es decir, son los salarios dejados de percibir como si hubiera estado trabajando desde la fecha del despido hasta la notificación de la sentencia.
En caso de empresas insolventes o desaparecidas es el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) quien realiza el pago de la indemnización.
Cómo calcular la indemnización por despido improcedente
Para los contratos formalizados antes del 12 de febrero de 2012, la indemnización se calcula a razón de 45 días de salario por año de servicio por el tiempo anterior a dicha fecha, y a razón de 33 días de salario por año de servicio por el tiempo posterior, prorrateándose por meses los períodos inferiores a un año, hasta un máximo de 24 mensualidades.
El cálculo de la indemnización se realiza hasta la fecha del despido, no hasta la sentencia que declare la improcedencia del despido. También se debe considerar que el importe indemnizatorio resultante no puede ser superior a 720 días de salario. Esto salvo que el cálculo anterior resulte en un número de días superior, en cuyo caso se aplicará este como importe máximo.
¿Existe derecho a paro tras este tipo de despido?
El trabajador despedido de forma improcedente tiene derecho a solicitar la prestación por desempleo una vez finalizado el contrato laboral. Esta prestación se otorga debido a que el trabajador se encuentra en situación legal de desempleo. Este derecho a la prestación por desempleo se mantiene también cuando el trabajador no es readmitido después de que se declare el despido improcedente. Por lo tanto, el trabajador puede solicitar y recibir la prestación por desempleo mientras busca un nuevo empleo.
Desde CE Consulting asesoramos a las empresas ante cualquier necesidad laboral que tengan con sus trabajadores, como contrataciones, despidos, preparación de nóminas, etc. ¡Contáctanos!