Si consideramos la herencia como una forma indefectible de transmitir el patrimonio en un momento ineludible, podemos plantearnos otras formas de traspaso que sí permitan elegir cuándo hacerlo. La donación como medio de cesión de bienes intervivos y de presente es uno de ello.
Esto tiene gran importancia porque va a permitir acogerse a determinados beneficios o, por el contrario, va a verse grabada con una tributación mayor, ya que sólo el posible incremento patrimonial de las transmisiones intervivos tiene un coste en IRPF que debe considerarse detenidamente.
La herencia permite aplicar unos beneficios.
- Una menor valoración de ciertos bienes como pueden ser las reducciones en la base imponible de la vivienda habitual, de los negocios, de las acciones etc.
- Una bonificación en la cuota a pagar, en algunos casos tan alta que se dice que el impuesto de sucesiones está exento. No lo está, pero sí muy bonificado en algunas comunidades.
En la donación no se aplican todos esos beneficios y puede tener ese alto coste de las plusvalías en renta por el incremento patrimonial.
¿Dónde está la diferencia entre donación y herencia?
No tanto en las consideraciones técnicas sobre qué beneficios se aplica en uno u otro caso, como en la oportunidad de aplicarlos o en la posibilidad de perderlos. Es innegable que el escenario político, variable y cambiante tenga en cada momento su reflejo legislativo. Incluso puede percibirse como una amenaza, ya que hay comunidades en las que un cambio abocaría a un empeoramiento de la situación actual.
De este modo, muchas familias prefieren acogerse a una donación que actualmente sigue contando con beneficios, aunque sea menores que los de la herencia, que esperar al día de mañana. Tal vez entonces no cuenten con las reducciones y bonificaciones hoy aplicables.
Es decir, hay que elegir entre una sucesión mortis causa (y ya se verá si para entonces se siguen teniendo los beneficios actuales) o adelantar la sucesión por medio de una donación, aunque sea con un mayor coste fiscal, y cediendo el control del patrimonio a la siguiente generación.