Casi el 80% de las empresas españolas son familiares y su participación en el Producto Interior Bruto ronda el 65%. Por otra parte, en cuanto a la tasa de creación de empleo, también supone un porcentaje similar. Es muy habitual en las empresas familiares que sólo alcancen la segunda generación alrededor de un 35% de ellas, y de estas, aproximadamente el 15% consiguen llegar a la tercera. Esta situación puede solucionarse gracias a la Sucesión Patrimonial Planificada.
La idea popular con la que se afronta el concepto de la empresa familiar y su transmisión generacional es que en ella, “la primera generación crea riqueza, la segunda la gasta y la tercera arruina y extingue la empresa”.
¿Qué es una Empresa Familiar?
Antes de entrar en materia con la Sucesión Patrimonial Planificada, vamos a determinar exactamente qué se considera una Empresa Familiar. Este tipo de negocio debe cumplir los siguientes requisitos:
- Que el capital social, o la mayoría, pertenezca a una familia, siendo su interés la permanencia en tal propiedad, mediante su participación tanto en la misma como en la gestión de la empresa.
- Que tal participación en el capital social le permita ejercer el control político y económico del negocio.
- La familia participa en la empresa por medio de su trabajo, normalmente en puestos de dirección y gestión.
Los valores y criterios de la familia marcarán profundamente la actuación de la empresa, al político, al económico y al de la continuidad de la familia en el negocio. Todos ellos van a estar presentes y de forma simultánea en el seno de la empresa familiar.
Cómo funciona la Sucesión Patrimonial Planificada
Con la Sucesión Patrimonial Planificada se persigue el objetivo de sentar las bases para permitir el tránsito de la Empresa Familiar a la siguiente generación, en las condiciones óptimas posibles y familiar sea algo permanente y duradero. Todo ello, además, aunando los requisitos exigidos por la legislación mercantil, laboral y fiscal.
- Los medios: un sistema completo y complejo de pactos, vínculos y obligaciones reguladas por normas que, en su conjunto, prevén la existencia de conflictos futuros y ayudan a evitarlos o a sentar las bases de su resolución.
Tales normas son el protocolo familiar, el testamento del empresario, las capitulaciones matrimoniales y los estatutos sociales.
- Los limites: la legislación civil y las las normas tributarias. Éstas establecen, en ocasiones, beneficios fiscales que favorecen la sucesión en la empresa, haciendo viable su continuidad, sin agotar sus recursos en los costes del proceso sucesorio.
Si quieres saber más sobre el protocolo familiar, los estatutos sociales, el testamento del empresario y todos aquellos aspectos que ayudan a llevar a cabo correctamente la Sucesión Patrimonial Planificada, no dudes en contactar con nosotros, en CE Consulting te asesoraremos.
