Durante el verano un gran número de empresas se deciden por implantar el horario de verano o jornada intensiva. En este artículo, desde CE Consulting te contamos cuáles son las ventajas y desventajas de aplicar esta modificación de horario en tu empresa.
La jornada laboral viene regulada por el artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores. Este no estipula nada sobre el horario de verano ya que dicha normativa se recoge en los convenios colectivos. Por esa razón, hay empresas que no tienen horario de verano, otras que lo tienen desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre…
Ventajas de aplicar el horario de verano en tu empresa
Existen una serie de beneficios que la jornada intensiva de verano aporta tanto para los trabajadores como para la empresa, que detallamos a continuación:
- Conciliación: el horario de verano, al proporcionar las tardes libres, hace que sea más sencillo conciliar la vida laboral con la personal, ya que, tanto trabajadores como empresarios, cuentan con las horas vespertinas para desconectar y utilizar ese tiempo para lo que lo necesiten. La jornada intensiva aumenta la productividad, la motivación, disminuye el absentismo laboral y favorece la fidelización de los empleados hacia la empresa.
- Ahorro de costes: al reducirse el tiempo que los trabajadores pasan en la oficina, disminuye considerablemente el gasto energético (no olvidemos además, que en verano se consume más electricidad de lo habitual por el uso del aire acondicionado), lo que aumenta la rentabilidad general del negocio.
- Aumento de la productividad: como ya se viene comprobando desde hace tiempo (con el ejemplo de otros países europeos), pasar más horas en el lugar de trabajo no siempre implica ser más productivo, ya que mantener el mismo nivel de actividad durante un gran número de horas seguidas no es sencillo. Cuando se aplica el horario de verano, los empleados se organizan mejor para poder llevar a cabo sus tareas en menos tiempo, por lo que acaban siendo más productivos.
- Más compromiso y menos absentismo laboral: ya se ha comprobado que durante la jornada intensiva de verano hay mucho menos absentismo laboral y mayor motivación. Por otra parte, es lógico que si las jornadas completas son largas, en algún momento los trabajadores tengan que hacer gestiones en la administración pública, el banco, acudir al médico… Sin embargo, al tener las tardes libres parte de ese tipo de compromisos pueden llevarse a cabo sin problemas fuera del horario laboral, por lo que los empleados no necesitan faltar al trabajo para encargarse de ellos.
- Retención de talento: no todo es la retribución económica, también se tienen en cuenta otros aspectos de las condiciones laborales y el horario es uno de ellos. Si existe flexibilidad horaria, la posibilidad de teletrabajar y jornada intensiva en verano, es más probable que los empleados que ya tienes aumenten su grado de fidelización y que otros quieran pasar a formar parte de tu equipo atraídos por esas condiciones favorables.
Desventajas de la jornada intensiva de verano
Aunque son pocas, los inconvenientes que puedes encontrar si estableces la jornada intensiva en tu empresa son los siguientes:
- Incumplimiento de deadlines: aunque no es lo habitual, algunos trabajadores encuentran complicado organizarse para tener todo listo al final del día cuando la jornada laboral es más corta, lo que puede derivar en incumplimiento de plazos en algunas ocasiones.
- Dificultad de adaptación: en algunas ocasiones la vuelta al horario de invierno puede resultar dura para los empleados, por lo que éstos suelen requerir un periodo de adaptación en el que son algo menos productivos. Sin embargo, este proceso de adaptación no suele durar más de una semana.