Entre las distintas formas de retribución que ciertas empresas ofrecen a sus trabajadores se encuentran las “acciones restringidas” o “Restricted Stock Units (RSU)”. Este tipo de incentivo al trabajador es una forma de retribución futura sobre participaciones accionariales ligada a ciertos logros u objetivos empresariales. Desde CE Consulting ahondamos en este tipo de retribución por si estás pensando en implementarla en tu empresa ya que, aunque tiene sus ventajas para fidelización del talento empresarial, tiene cierta complejidad a la hora de tributar.
Etapas a tener en cuenta en la fiscalidad de las acciones restringidas
Para poder entender bien qué son y cuál es la fiscalidad de las acciones restringidas, hay que tener en cuenta estos tres momentos clave:
El momento de concesión (Date of grant)
En este momento, la empresa recompensa a su empleado con la emisión de un derecho a la recepción futura de un paquete o una serie de acciones restringidas (RSU). Este derecho futuro está ligado a una serie de logros que el trabajador debe conseguir durante el periodo acordado entre empresario y trabajador. En el caso de no conseguirse dichos logros (normalmente suelen ser objetivos empresariales o de permanencia en la compañía), no tendría ningún efecto fiscal para el trabajador.
El momento de asignación de las acciones (Vesting Schedule)
En este momento de asignación, la empresa, tras comprobar los logros efectivos del trabajador, se materializa la concesión al patrimonio del trabajador de dichas acciones restringidas, las cuales quedan liberadas. A partir de este momento, estas acciones forman parte del patrimonio personal del trabajador, por lo que dicha acción sí tiene implicaciones fiscales.
Según Cristian José Gómez Martí, asesor fiscal de CE Consulting, “por regla general, este tipo de bonificaciones se reciben en concepto de retribución en especie a precio de cotización de estas a fecha de entrega. Por lo tanto, a la hora de traspasar dichas acciones, la empresa tendrá que aplicar la retención correspondiente a dicha retribución”. La concesión de acciones a los empleados han de considerarse rendimientos del trabajo.
Además, y en caso de que esas acciones sean de fuera de nuestro país, el experto recuerda que el trabajador deba consultar si tiene que presentar el modelo 720, con el que se informa a Hacienda sobre todos aquellos bienes que se poseen en el extranjero. “Si un trabajador recibe estas acciones, y la suma de sus bienes en el extranjero es mayor al valor de 50.000 € al cambio, deberá declarar antes del 31 de marzo del año siguiente, dicho modelo. Además, si una vez presentado este modelo, vende o hay variaciones superiores a 20.000 €, deberá declarar en el modelo 720 la variación de valor”, comenta Gómez Martí.
El momento de la venta de las acciones
En este momento, el trabajador se dispone a vender las acciones recibidas y desbloqueadas por la empresa. Dado que ya forma parte del patrimonio personal del trabajador, deberá tributar según lo regulado en la ley sobre las ventas de activos financieros. Esta transmisión generará cierta ganancia o pérdida patrimonial, la cual se integrará y tributará en la base imponible del ahorro del IRPF correspondiente al ejercicio fiscal de la venta.
Requisitos a tener presentes para aplicar este tipo de retribución
La entrega de acciones a trabajadores podrá efectuarse de la propia sociedad a la que preste servicios el propio trabajador. También de otra sociedad perteneciente al grupo o por el ente público, sociedad estatal o administración pública titular de las acciones.
Para ello, deberán cumplirse estos requisitos:
Mismas condiciones
Esto supone que la oferta se realice en las mismas condiciones para todos los trabajadores de la empresa y contribuya a la participación de estos en la firma. Según Gómez Martí, en el caso de grupos o subgrupos de sociedades, este requisito deberá cumplirse en la sociedad a la que preste servicios el trabajador al que le entreguen las acciones. No obstante, no se entenderá incumplido este requisito cuando, para recibir las acciones o participaciones, se exija a los trabajadores una antigüedad mínima. En este caso, deberá ser la misma para todos.
Límite hasta el 5%
Esto significa que cada uno de los trabajadores, conjuntamente con sus cónyuges o familiares, hasta el segundo grado, no pueden tener una participación, directa o indirecta, en la sociedad en la que prestan sus servicios o en cualquier otra del grupo, superior al 5%.
Mantenimiento durante tres años
Los títulos deberán mantenerse, al menos, durante tres años. En caso de incumplimiento, Gómez Martí advierte que habría que presentar una autoliquidación complementaria, con los correspondientes intereses de demora, en el plazo que medie entre la fecha en que se incumpla el requisito y la finalización del plazo reglamentario de declaración correspondiente al período impositivo en que se produzca dicho incumplimiento.
Cómo funcionan las acciones restringidas
El dinero de las acciones se descuenta automáticamente de los importes que recibe el trabajador en sus nóminas. Y se acumula en una cuenta de depósito en garantía hasta que se use para comprar acciones de la compañía de forma periódica.
Si necesitas asesoramiento fiscal o laboral, en CE Consulting podemos ayudarte. Podemos asesorarte en todos los aspectos fiscales que puedan surgirte a ti, como empleado, o a tu empresa. ¡Ponte en contacto con nosotros!