Los planes de reestructuración han surgido como una herramienta fundamental dentro de la nueva reforma concursal en España. Su objetivo principal es garantizar la viabilidad de empresas en dificultades y ofrecer soluciones para evitar situaciones de insolvencia. Con este mecanismo, tanto empresas como acreedores pueden beneficiarse de una vía más flexible y eficaz para renegociar deudas y asegurar la continuidad del negocio. Desde CE Consulting te explicamos en qué consisten.
¿Qué son los planes de reestructuración?
Son instrumentos jurídicos diseñados para ajustar las deudas, la estructura financiera o incluso ciertos aspectos operativos de una empresa en crisis. Estos planes permiten alcanzar acuerdos entre la empresa deudora y sus acreedores. El objetivo es prevenir un procedimiento concursal más complejo y costoso.
¿Qué objetivo tienen?
El objetivo principal de los planes de reestructuración es evitar que las empresas lleguen a solicitar el concurso de acreedores y superen la situación de insolvencia.
Además, buscan:
- Reestructurar las deudas y mejorar la liquidez.
- Proteger el empleo y la actividad económica.
- Ofrecer una alternativa ágil frente a los concursos tradicionales.
Tipos de planes de reestructuración
La reforma concursal distingue entre dos tipos de planes según el nivel de acuerdo entre las partes:
- Consensuales:
Son aquellos que se negocian y aprueban con el consentimiento de todas las partes involucradas, incluyendo la empresa deudora y todos sus acreedores. Representan una solución ágil y amistosa que evita conflictos judiciales. - No consensuales:
Estos planes se aplican cuando no hay acuerdo entre todas las partes. En estos casos, el tribunal puede aprobar el plan, imponiéndolo a los acreedores disidentes siempre que cumpla con ciertos requisitos legales.
Beneficios de los planes de reestructuración
Los planes de reestructuración ofrecen ventajas para todos los actores implicados, tanto deudores como acreedores y otros grupos interesados:
- Para el empresariado:
Permiten asegurar la continuidad del negocio, mantener el empleo y adaptarse a nuevas condiciones financieras sin recurrir a un concurso de acreedores. - Para deudores:
Son una oportunidad para renegociar condiciones de pago y reducir el impacto de la crisis económica en su actividad. - Para acreedores:
Ofrecen una alternativa para recuperar parte o la totalidad de sus créditos de forma más eficiente, evitando los tiempos y costes de un proceso concursal tradicional. - Para administradores:
Contribuyen a evitar posibles responsabilidades por una gestión que pudiera derivar en insolvencia, a la vez que facilitan la toma de decisiones estratégicas. - Para socios:
Pueden preservar el valor de su participación en la empresa al mantener su actividad y viabilidad futura. - Para inversores:
Los planes de reestructuración generan confianza al mostrar que la empresa cuenta con un plan claro y sólido para superar sus dificultades económicas.
Pasos en un plan de reestructuración
Para diseñar y aprobar un plan de reestructuración, se deben seguir estos pasos:
- Análisis de la situación financiera de la empresa.
- Negociación con los acreedores.
- Redacción del plan (incluyendo los términos de reestructuración).
- Proceso de aprobación judicial en casos no consensuales.
Planes de reestructuración en el Tercer Sector
A pesar de que las entidades del Tercer Sector no tienen como objetivo principal el beneficio económico, muchas enfrentan obligaciones financieras similares a las de las empresas:
- Endeudamiento relacionado con proyectos sociales.
- Contratos con proveedores y servicios.
- Gestión de costes operativos elevados.
Los planes de reestructuración les ofrecen una vía para renegociar estos compromisos, evitando procesos concursales que podrían comprometer su reputación y su capacidad de operar.
Si tienes cualquier duda para ejecutar estos planes de reestructuración, desde CE Consulting te asesoramos. Déjanos tus datos y nos pondremos en contacto contigo a la mayor brevedad.